Cuando las cosas están mal, necesitas a alguien para echarle la culpa de todos tus problemas. Todo se vuelve extraño, olvidas como sonreír, miras para arriba y el cielo está claro aunque parece llover en tí, ya nada es como antes, noche tras noche durmiendo en una cama vacía, esa sensación de estar montada en el tren destino a ninguna parte.
Sola en el camino, la única opción que te queda es repetirte una y otra vez,
ESTARÉ BIEN. #
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